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La Corderilla y la Cerdita

El Dragón Enano

Todos los cuentos de este blog han sido creados con mucho amor por Mª Teresa Carretero. Espero que los disfrutéis 🙂

En una granja vivían una corderilla, una cerdita, una mariposa y muchos otros animales. Pronto la corderilla y la cerdita se hicieron amigas.

Les gustaba mucho cantar canciones y jugar al corro.

Por la noche, cuando todos dormían, con mucho cuidado se iban a un rincón de la cuadra, lo cubrían de paja, se acostaban y allí hablaban y hablaban hasta quedarse dormidas.

Una noche la corderilla Lula, que así se llamaba, dijo a Fani, la cerdita: El domingo no estarán los amos; ¿por qué no vamos ese día de excursión nosotras solas?  Podremos salir al prado, jugar, correr y revolcarnos por la hierba.

-Bueno, me parece guay pasearnos solas. La semana pasó y el domingo Lula y Fani salieron al prado sin que sus mamás se dieran cuenta. Corrieron y corrieron, saludaron a otros animales y se divirtieron mucho.

Estaban jugando cuando la mariposa Elisenda les dijo: ¿Qué hacéis solas por el prado? – Estamos jugando y pasándolo bien. –¿No sois pequeñas para salir sin vuestras mamás? –No, nosotras somos mayores, dijeron algo enfadadas. –Bueno, tened mucho cuidado y vigilad, que el lobo es muy astuto y os puede engañar.

Pronto la corderilla y la cerdita se olvidaron del lobo y volvieron a sus juegos y a corretear. Ellas no conocían al lobo, pues nunca lo habían visto.

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Mientras jugaban encontraron un animal que gemía y lloraba: Uy, uy,uy qué dolor tan grande tengo en mi pata; creo que me la he roto, ay ay ay. La cerdita le preguntó: ¿quiere que se la mire?, yo se la arreglaré. –No, no: prefiero que la corderilla me ayude a levantarme. Lula y Fani  no entendían porqué este animal  miraba con los ojos entornados y de vez en cuando se relamía y eso les pareció extraño, pero ellas nunca habían visto a alguien como él y en la granja habían aprendido a ayudar a los animales si lo necesitaban.

La mariposa Elisenda vigilaba de lejos a la corderilla y la cerdita; vio que el lobo intentaba engañar a la corderilla. Rápidamente voló hasta la cuadra. Allí hablaban entre sí los animales y ella les alertó del peligro: Oíd, amigos: creo que el lobo quiere comerse a la corderilla. Todos se revolucionaron y comenzaron a gritar. ¿Y dónde están nuestras hijas? dijeron las mamás de Lula y Fani. En el prado, contestó Elisenda. Y corrieron todos hasta el prado.

El lobo con la boca abierta acercaba sus colmillos a la corderilla. Armaron tal estruendo los animales, que el lobo se asustó, y los animales dijeron a la corderilla y la cerdita: Corred, corred, que es el lobo que os quiere comer.

Las dos corrieron y corrieron hacia la granja mientras todos los animales perseguían al lobo y le gritaban: Si vuelves otra vez por estos prados o esta granja, te molemos a palos. Aléjate de nosotros; no queremos verte nunca más.

Lula y Fani prometieron que nunca más se alejarían de la granja sin el permiso de sus mamás y dieron las gracias a todos los animales por haberles ayudado a que no se las comiera el lobo. Nunca olvidaron la lección y siempre estuvieron muy agradecidas a la mariposa Elisenda que les ayudó a que no se las comiera el lobo.

FIN                                                                                                 ©Mª Teresa Carretero

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